OMS busca erradicar las peligrosas grasas trans: ¡Descubre por qué!

La propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de erradicar las grasas trans artificiales de la alimentación ha recibido el respaldo de la Fundación Española del Corazón. Esta medida busca prevenir los riesgos para la salud asociados a estas grasas, que incluyen un mayor riesgo de ataques cardíacos y muerte por enfermedades cardíacas.

“Las grasas trans son un peligro para nuestra salud cardiovascular y debemos tomar medidas para eliminarlas de nuestra dieta”, afirma la OMS.

Las grasas trans se encuentran naturalmente en la carne y la leche de animales rumiantes, como vacas y ovejas. Sin embargo, también se crean artificialmente en el proceso de hidrogenación industrial de grasas vegetales. Esto incluye el proceso utilizado para producir aceites vegetales parcialmente hidrogenados, que se utilizan en muchos productos industriales como margarinas, salsas, bollería, patatas fritas, cereales de desayuno, platos precocinados y helados, entre otros.

El consumo de grasas trans ha sido ampliamente relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Estas grasas aumentan los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) en la sangre y disminuyen los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno). También se ha demostrado que las grasas trans aumentan los niveles de triglicéridos, lipoproteína A e inflamación en el cuerpo, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes y aterosclerosis.

Además, las grasas trans tienen el efecto de obstruir las venas y las arterias, lo que puede llevar a enfermedades cardíacas coronarias. Se estima que más de 500,000 muertes prematuras al año en todo el mundo están relacionadas con el consumo de grasas trans.

Por otro lado, existen diferentes fuentes de grasas saludables que se pueden incluir en la dieta para reemplazar las grasas trans. Las semillas de lino, chía y nueces son ricas en ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para el corazón. Las aceitunas y los aguacates son ricos en grasas monoinsaturadas, que también se consideran saludables.

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¿Cuál es la situación de las grasas trans en España?

Según datos de la Fundación Española del Corazón, en España se consume aproximadamente 2.1 gramos de grasas trans al día, lo que se acerca al límite de 2 gramos diarios establecido por el New England Journal of Medicine para comenzar a experimentar efectos adversos. Esto se debe en parte al consumo de productos industriales que contienen aceites vegetales parcialmente hidrogenados.

En términos legislativos, desde el 21 de abril de , en los países de la Unión Europea, el contenido de grasas trans en los productos está limitado a 2 gramos por cada 100 gramos de grasa. Algunos países, como Canadá, ya han prohibido las grasas trans desde .

Información adicional:

El tema de las grasas trans y su impacto en la salud ha sido objeto de debate durante muchos años. La evidencia científica respalda claramente la asociación entre el consumo de grasas trans y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

Las grasas trans se forman en el proceso de hidrogenación, que es una forma de procesar los aceites vegetales para convertirlos en grasas sólidas. Esta hidrogenación parcial permite que los alimentos tengan una vida útil más larga, una textura más agradable y una mayor estabilidad a temperatura ambiente. Sin embargo, también transforma los aceites en grasas que son perjudiciales para el organismo.

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El proceso de hidrogenación crea dos tipos de grasas trans: trans monoinsaturadas y trans poliinsaturadas. Ambos tipos son perjudiciales para la salud y se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

Las grasas trans aumentan los niveles de colesterol LDL en la sangre y reducen los niveles de colesterol HDL. Además, las grasas trans también promueven la formación de placas en las arterias, lo que puede llevar a la obstrucción del flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.

El consumo de grasas trans también se ha asociado con un mayor riesgo de otras enfermedades, como la diabetes tipo 2 y la obesidad. Estas grasas pueden aumentar la resistencia a la insulina y promover el almacenamiento de grasa en el cuerpo.

Dado el peligro toxicológico de las grasas trans, es importante evitar su consumo tanto como sea posible. Esto significa leer las etiquetas de los productos para identificar los aceites vegetales parcialmente hidrogenados y evitar productos que los contengan. También se recomienda limitar el consumo de alimentos fritos y optar por fuentes de grasas saludables, como aceites vegetales no hidrogenados, nueces, semillas y pescado.

Para concluir, las grasas trans son perjudiciales para la salud cardiovascular y se debe evitar su consumo tanto como sea posible. La propuesta de la OMS de erradicar las grasas trans artificiales de la alimentación para el año es una medida importante para proteger la salud pública. Al elegir grasas saludables y evitar los alimentos que contienen grasas trans, podemos proteger nuestra salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Preguntas frecuentes:

¿Por qué son peligrosas las grasas trans?

Las grasas trans aumentan los niveles de colesterol LDL, disminuyen los niveles de colesterol HDL y promueven la formación de placas en las arterias, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.

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¿Dónde se encuentran las grasas trans?

Las grasas trans se encuentran en productos industriales que contienen aceites vegetales parcialmente hidrogenados, como margarinas, salsas, bollería, patatas fritas, cereales de desayuno, platos precocinados y helados.

¿Cuál es la diferencia entre las grasas trans y las grasas saturadas?

Las grasas trans se forman durante el proceso de hidrogenación industrial de aceites vegetales. Las grasas saturadas se encuentran en alimentos de origen animal y algunos alimentos vegetales como el aceite de coco y el aceite de palma. Ambos tipos de grasas aumentan los niveles de colesterol LDL en la sangre, pero las grasas trans son especialmente perjudiciales para la salud cardiovascular.

¿Es seguro consumir grasas trans en pequeñas cantidades?

La evidencia científica sugiere que no existe un nivel seguro de consumo de grasas trans. Por tanto, se recomienda evitarlas por completo para proteger la salud cardiovascular.

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