La cavitación consiste en generar una corriente controlada (con Ultrasonidos de baja frecuencia) de micro-burbujas de vacío en el interior de un medio acuoso, un fluido, o liquido, con el objeto de implosionar dichas burbujas. Con esta técnica se rompen las estructuras de los depósitos de grasa localizada (que son zonas resistentes a las dietas y no resultan fáciles de eliminar ni mediante masajes ni con ejercicio), con la consiguiente transformación de la grasa en una sustancia líquida (diglicérido) que será eliminada a través del sistema linfático y vías urinarias (orina).
Las zonas que se pueden tratar son abdomen, caderas, cartucheras, cara interna de muslos, cara interna de rodillas, brazos, espalda, flancos laterales…
La cavitación nos ofrece una solución eficaz para estos casos, liberando la grasa y moldeando el cuerpo, con resultados visibles desde las primera sesiones. Contraindicado para: personas con neoplasias… Insuficiencia renal y cardíaca, prótesis metálicas, marcapasos…con cifras elevadas de colesterol…
Es preciso para ayudar a eliminar y excretar esta grasa hacia las vías urinarias realizar un drenaje linfático inmediatamente tras la cavitación ( con presoterapia o con hidrolinfa o manual).